LAGRIMAS DE COCODRILO

Repudiamos la acción represiva constante que ejerce la policía de la provincia sobre los Jóvenes de Córdoba.

Lo sucedido el pasado jueves en Barrio San Ignacio no es un hecho aislado. Maximiliano, como tantos otros chicos diariamente, fue víctima de la política de “seguridad” que lleva adelante el Gobierno de Juan Schiaretti, empleando como método la represión y el asedio sobre los jóvenes, sobre todo de los sectores más vulnerables.
Ya conocemos esta historia. En las puertas de una crisis que se profundiza, mientras se subsidia a las empresas y a los bancos, para los pobres sólo hay más exclusión, más droga y más balas. Queremos un estado presente que de respuestas a los sectores más desfavorecidos. Creemos que la política hacia los jóvenes debe ser la de la inclusión social, por medio del trabajo, la educación y el desarrollo de sus potencialidades.
La cercanía de 24 de marzo nos recuerda la patética imagen del señor gobernador llorando en el juicio a Menéndez y posando junto a los organizamos de Derechos Humanos. Levantando las banderas de unos derechos que no respeta y celebrando una justicia, que la acción represiva de su gobierno se lleva puesta. Estamos seguros que esto no ha sido más que una forma de lavar su imágen, desprestigiada por el fraude con el que “gano” las últimas elecciones provinciales.
El problema gobernador no es la inseguridad, es la pobreza.