Un nuevo sol iluminó nuestro suelo Cordobés, se alzó imponente frente a nosotros marcando así el inicio de otro 24 de marzo. Al caer la tarde el tránsito se congestionaba, algunos se molestaban y la señora que esperaba el colectivo se preguntó el por qué de aquella “manifestación”.
Como todos los años organizaciones sociales, políticas, culturales, estudiantes y vecinos junto con los organismos de derechos humanos nos dimos cita en colón y cañada a eso de las seis de la tarde.
Mientras caminaba rápidamente para llegar hasta mis compañeros, quise tener la misma visual que esa señora apreció en el mismo instante. Ella con más de 60 años, no sabía el motivo de aquella marcha que comenzaba poco después de las 18.30hs. A mí se me erizaba la piel ante tal imagen que por siempre guardaré en mi memoria…
Encabezaban la marcha nuestras abuelas sosteniendo la celeste y blanca, HIJOS alzando sus banderas y familiares de desaparecidos mostrando sus fotos, y así haciendo evidente que en aquel pasado no sólo sangraron los detenidos. El país entero sufrió las consecuencias de aquel plan sistemático de represión, secuestro, tortura y muerte, digitado desde el norte y para toda Latinoamérica descuartizando la posibilidad de una Argentina más justa y sentando las bases de la devastación neoliberal.
A 33 años del último golpe de estado en la argentina, ya no hay lugar para los represores de ayer, no hay perdón, y no hay lugar para el silencio. Las heridas sangran pero no nos han vencido. Este 24 de marzo nos encontró de nuevo en las calles, muchas son las razones que nos convocan: “en un pasado con memoria y en un presente con justicia vamos por más…Por más trabajo, más educación, por más. Vamos por más…”, algunas de las tantas palabras que se oyeron a través de un megáfono.
Con convicción y decisión demostramos que no daremos ni un paso atrás. Ayer esa causa nos unió pese a las diferencias, pese a todo y pese a algunos. La gente perpleja y emocionada por la conmemoración seguía a los militantes que acompañaban su firme paso con disfraces, carteles, banderas, remeras y por fuera los que observaban, sacaban fotos, se asustaban, se acercaban o se alejaban.
A los cantos, gritos, aplausos y corridas que desembocaron en la Plaza San Martín donde estaba previsto el acto central le siguieron los discursos y el festival que de la mano de bandas locales cerró la noche a puro ritmo.
Que nuestro marchar no sea mañana sólo un recuerdo, si no un paso más firme en nuestra lucha. Sigamos construyendo el país que ellos soñaron.
Como todos los años organizaciones sociales, políticas, culturales, estudiantes y vecinos junto con los organismos de derechos humanos nos dimos cita en colón y cañada a eso de las seis de la tarde.
Mientras caminaba rápidamente para llegar hasta mis compañeros, quise tener la misma visual que esa señora apreció en el mismo instante. Ella con más de 60 años, no sabía el motivo de aquella marcha que comenzaba poco después de las 18.30hs. A mí se me erizaba la piel ante tal imagen que por siempre guardaré en mi memoria…
Encabezaban la marcha nuestras abuelas sosteniendo la celeste y blanca, HIJOS alzando sus banderas y familiares de desaparecidos mostrando sus fotos, y así haciendo evidente que en aquel pasado no sólo sangraron los detenidos. El país entero sufrió las consecuencias de aquel plan sistemático de represión, secuestro, tortura y muerte, digitado desde el norte y para toda Latinoamérica descuartizando la posibilidad de una Argentina más justa y sentando las bases de la devastación neoliberal.
A 33 años del último golpe de estado en la argentina, ya no hay lugar para los represores de ayer, no hay perdón, y no hay lugar para el silencio. Las heridas sangran pero no nos han vencido. Este 24 de marzo nos encontró de nuevo en las calles, muchas son las razones que nos convocan: “en un pasado con memoria y en un presente con justicia vamos por más…Por más trabajo, más educación, por más. Vamos por más…”, algunas de las tantas palabras que se oyeron a través de un megáfono.
Con convicción y decisión demostramos que no daremos ni un paso atrás. Ayer esa causa nos unió pese a las diferencias, pese a todo y pese a algunos. La gente perpleja y emocionada por la conmemoración seguía a los militantes que acompañaban su firme paso con disfraces, carteles, banderas, remeras y por fuera los que observaban, sacaban fotos, se asustaban, se acercaban o se alejaban.
A los cantos, gritos, aplausos y corridas que desembocaron en la Plaza San Martín donde estaba previsto el acto central le siguieron los discursos y el festival que de la mano de bandas locales cerró la noche a puro ritmo.
Que nuestro marchar no sea mañana sólo un recuerdo, si no un paso más firme en nuestra lucha. Sigamos construyendo el país que ellos soñaron.
JORNADA: “MEMORIA E IDENTIDAD, ARMAS DE LA VIDA Y DE LA HISTORIA”
El jueves 19 realizamos la jornada de reflexión “Memoria e identidad, armas de la vida y de la historia” en el Auditorio de Radio Nacional Córdoba, ubicado en Santa Rosa y Gral. Paz. A las 18.30 comenzó una charla-debate con Sonia Torres, presidenta de Abuelas de plaza de mayo y Gustavo Godoy, nieto recuperado. La historia de estas mujeres ejemplo de organización y lucha, la búsqueda de los nietos secuestrados y apropiados por los represores, las conquistas y las cuestiones pendientes y el rol de los jóvenes hoy fueron algunos de los temas que nos ocuparon. Luego de la charla se proyectó el documental “Victoria” que muestra la búsqueda de Victoria Donda, una nieta recuperada, en la reconstrucción de su identidad y la historia de sus padres desaparecidos en la última dictadura militar.
El objetivo de las jornadas era generar un espacio de reflexión sobre la necesidad de hacer memoria, no sólo para que el horror no vuelva a suceder, sino para recuperar las luchas de aquellos compañeros que desaparecieron por soñar con un país distinto. La mejor forma de hacer memoria es seguir luchando y comprometiéndonos a diario en la construcción de una Argentina para tod@s.
El jueves 19 realizamos la jornada de reflexión “Memoria e identidad, armas de la vida y de la historia” en el Auditorio de Radio Nacional Córdoba, ubicado en Santa Rosa y Gral. Paz. A las 18.30 comenzó una charla-debate con Sonia Torres, presidenta de Abuelas de plaza de mayo y Gustavo Godoy, nieto recuperado. La historia de estas mujeres ejemplo de organización y lucha, la búsqueda de los nietos secuestrados y apropiados por los represores, las conquistas y las cuestiones pendientes y el rol de los jóvenes hoy fueron algunos de los temas que nos ocuparon. Luego de la charla se proyectó el documental “Victoria” que muestra la búsqueda de Victoria Donda, una nieta recuperada, en la reconstrucción de su identidad y la historia de sus padres desaparecidos en la última dictadura militar.
El objetivo de las jornadas era generar un espacio de reflexión sobre la necesidad de hacer memoria, no sólo para que el horror no vuelva a suceder, sino para recuperar las luchas de aquellos compañeros que desaparecieron por soñar con un país distinto. La mejor forma de hacer memoria es seguir luchando y comprometiéndonos a diario en la construcción de una Argentina para tod@s.
HEREDERO DE UN SUEÑO, RODRIGO ONTIVERO
Corre pequeño muchacho
Y no olvides mirar hacia atrás
Que la tierra una vez sangro
Cuando sobre ella el dinosaurio camino
Canta por las aves que la noche robo
Y que sus alas te inviten a volar
Hacia el mismo sueño
Que una vez se atrevieron a formar
Escucha pequeño muchacho
La voz de tu gente
No le permitas a ninguna enmudecer
Así el grito de tu pueblo será más fuerte
Y la noche se vera acabada
Por un nuevo amanecer.
De los guerreros del pasado
De los brotes que se secaron
De la vida expropiada
Retoma la fuerza
Retoma sus palabras
Y de tu memoria la historia
No sea borrada
Que la muerte no sea tu regalo
Mas el cambio sea tu don
Corre pequeño muchacho
Y no tengas miedo de lo que vendrá
Eres el heredero de un sueño
Para reír, para luchar.
Corre pequeño muchacho
Y no olvides mirar hacia atrás
Que la tierra una vez sangro
Cuando sobre ella el dinosaurio camino
Canta por las aves que la noche robo
Y que sus alas te inviten a volar
Hacia el mismo sueño
Que una vez se atrevieron a formar
Escucha pequeño muchacho
La voz de tu gente
No le permitas a ninguna enmudecer
Así el grito de tu pueblo será más fuerte
Y la noche se vera acabada
Por un nuevo amanecer.
De los guerreros del pasado
De los brotes que se secaron
De la vida expropiada
Retoma la fuerza
Retoma sus palabras
Y de tu memoria la historia
No sea borrada
Que la muerte no sea tu regalo
Mas el cambio sea tu don
Corre pequeño muchacho
Y no tengas miedo de lo que vendrá
Eres el heredero de un sueño
Para reír, para luchar.
Rodrigo Ontivero
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